martes, octubre 24, 2006

PALABRAS DE LA MADRE JANER...

...A LOS JÓVENES JANERIANOS DE HOY:
Hijos míos queridos:

Qué alegría poder dirigirles mis palabras. ¡Cuántos hijos me ha dado Dios! Conozco muy bien a cada uno de ustedes, algunos desde niños participan del carisma, y otros no hace mucho están descubriendo el hermoso desafío de seguir a Jesús y vivir el evangelio, por este camino bellísimo de la caridad hecha servicio.
Miro mucho nuestro mundo y sus necesidades, como lo hice durante mi vida. Hoy, intercediendo por cada uno de ustedes y por todo el mundo. Y veo también muchas necesidades en el corazón de ustedes, jóvenes hijos míos. Y como Madre, padezco con ustedes, me estremezco y deseo auxiliarlos.
Escuchen mis avisos, que son nacidos de la experiencia y luz que el Señor me prodigó en la oración y contemplación. Y es deber de una madre decirlos.
Antes que nada, les aconsejo que cuando estén tristes o muy alegres, preocupados o serenos, cuando se sientan incomprendidos o amados... siempre recurran a Dios y lleven a la oración todo cuanto vivan. Ah! Estudien y mediten la vida de Jesucristo, toda ella es enseñanza para nosotros, miren bien el modelo Jesús en Nazaret. Y como he dicho algunas veces, siempre, siempre tengan a Dios presente: en sus hogares, en sus estudios, cuando salgan con amigos a divertirse y “pasarla bien”, en sus trabajos, mientras escuchan música o bailan: Siempre tengan a Dios presente. Les aseguro que Él está muy cerca de ustedes. Tanto, que está en el corazón de cada uno.
Habrán escuchado más de una vez las palabras del evangelio de Mateo, donde Jesús dice: “Cada vez que lo hicieron con uno de mis hermanos conmigo lo hicieron”. Sí, Dios es en cada uno de sus hermanos, de su familia, amigos, profesores, necesitados... Por eso, hijos míos, cuando ayuden háganlo por Jesús. Me llena de alegría ver sus corazones tan generosos y dispuestos al servicio, sus ganas de ayudar y colaborar, su preocupación por los problemas del mundo, del país, sus deseos de justicia, de paz...
Queridos jóvenes, el mundo está mal, procuren sufrir por Jesús. Encuentren en Dios la fuerza para luchar. Ustedes que tienen la mirada limpia: esfuércense por descubrir la belleza de Jesús en los demás y busquen vivir el evangelio en medio de este mundo. Dejando hacer a Dios que sabe todas las cosas.
El mundo en que yo viví, les aseguro que se parecía bastante al de ahora: guerras, pobreza, niños huérfanos necesitados de familia y contención, hospitales repletos de enfermos, los cristianos burlados y perseguidos... Sin embargo, Dios nos dio la gracia –a mis hermanas y a mí- de ser mujeres fuertes, y ante cada acontecimiento buscar Su voluntad, para dar respuestas de caridad a esas necesidades. Les aseguro que no fue nada fácil. Y sé que tampoco es fácil hoy para ustedes, jóvenes, seguir a Jesús en la posmodernidad.

Tantos niños, adolescentes y jóvenes que veo en mis colegios: solos, tristes, necesitados de cariño y contención, con problemas familiares, enfermos, buscando llenar el vacío de su corazón con drogas, viviendo la sexualidad en forma desordenada y sin sentido... Muchos jóvenes que lo expresan así o con violencia, agrediendo a los demás o a sí mismos, mediante tatuajes, percings, dejando de comer... y de tantas otras formas. Pero también hay otros jóvenes que han sufrido, pero fueron acompañados y ayudados para encontrar en Dios el sentido de sus vidas. Muchos de ustedes, hijos míos, han recurrido a mi intercesión, y me consta que son muy valientes hoy al decir “sí” a Dios.
Cuando yo tenía su edad y sentí que el Señor me llamaba a entregarle mi vida, eso me llenó de alegría el alma y no pensé en otra cosa que en responderle con un “sí”. En mis adentros decía: No seré del mundo, mis fuerzas, mi bienestar, toda mi vida quiero sacrificar al servicio de mi Dios en la persona de los necesitados, cuidarlos como madre, enseñarles, educarlos, darles vida, hacerlos buenos cristianos y darle a Dios muchas almas...

Hijos míos, jóvenes janerianos, un desafío grande se les presenta hoy: darle a Dios muchas almas, llevar a Dios a sus compañeros, amigos, hermanos... Sean misioneros entre los jóvenes, sepan ser sal y luz allí donde les toque estar. Hay muchos necesitados entre ustedes y Jesús les pide que sean buenos samaritanos. Recuerden que Dios está en cada uno de ellos.
Nosotros, hijos míos, no sabemos lo que podemos, pero si la fuerza de la gracia del Señor impera en nosotros, somos para algo y valemos lo que Dios se sirve poner.

Cuenten con mi intercesión, mi amor y protección de madre,
Los amo mucho y los tengo en mi corazón,

Su madre, Ana María Janer.

domingo, octubre 15, 2006

"LA CARIDAD, ALMA DE LA MISIÓN"

Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI
para la Jornada Mundial de las Misiones

DOMINGO 22 DE OCTUBRE

La misión, si no está orientada por la caridad, es decir, si no brota de un profundo acto de amor divino, corre el riesgo de reducirse a mera actividad filantrópica y social. El amor que Dios tieen por cada persona constituye el centro de la experiencia y del anuncio del Evangelio, y los que lo acogen se convierten a su vez en testigos. El amor de Dios que da vida al mundo es el amor que nos ha sido dado en Jesús, Palabra de Salvación, imagen perfecta de la misericordia del Padre celestial.
"En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene, en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de Él" (1Jn 4,9)
Por consiguiente, toda comunidad cristiana está llamada a dar a conocer a Dios, que es Amor. En la muerte de Cristo en la cruz -como escribí en la encíclica Deus caritas est- "se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical (...) Es allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar".


El aunténtico celo misionero, compromiso primario de la comunidad eclesial, va unido a la fidelidad al amor divino, y esto vale para todo cristiano, para todo el pueblo de Dios.
Como escribía el amado Juan Pablo II en la encíclica Redemptoris missio, "el alma de toda la actividad misionera: el amor, que es y sigue siendo la fuerza de la misión, y es también el único criterio... Es el principio que debe dirigir toda acción y el fin al que debe tender. Actuando con caridad o inspirados por la caridad, nada es disconforme y todo es bueno".

Así, pues, ser misioneros significa amar a Dios con todo nuestro ser, hasta dar, si es necesario, incluso la vida por él. Ser misioneros es atender, como el buen samaritano, las necesidades de todos, especialmente de los más pobre y necesitados, porque quien ama con el corazón de Cristo no busca su propio interés, sino únicamente la gloria del Padre y el bien del prójimo.

Madre Ana María Janer: santa misionera de la caridad, intercede por nosotros y por todo el mundo! Amén

sábado, octubre 07, 2006

"Hágase, Señor, tu voluntad"

NATIVIDAD MIR ROCAFORT
Ex-alumna del pensionado de las RR de la Sagrada Familia en Lérida

· Abril de 1940 “...nos llegó la noticia de que Nati estaba enferma de gravedad. El 30 de abril fue trasladada urgentemente a la Clínica del Remedio de nuestra ciudad para sufrir una intervención quirúrgica.” Recibió los Santos Sacramentos. Realizada la operación, se declaró la peritonitis. “Estoy como crucificada”, dijo en esos días. “El Señor iba purificando aquella alma tan suya y Nati con filial sumisión se inmolaba calladamente, pacientemente, dándonos ejemplo de heroica virtud.”
· “Hágase, Señor, tu voluntad” Amorosamente había cumplido su misión en la tierra y ahora esperaba confiadamente la gloria del Cielo, y como testimonio de su total aceptación de la Divina Voluntad se complacía Nati en repetírselo a su Dueño y Señor.
· Madrugada del 5 de mayo de 1940 “...alrededor de las dos llamó a su hermana Marina que estaba velándola y dijo: reza el Padrenuestro... Luego, en un efluvio de la caridad de su corazón y compadecida de su hermana que la rendía el sufrimiento y el cansancio, cogiéndole la cabeza entre sus manos, que apenas podía levantar, musitó: descansa junto a mí, pon la cabeza en mi almohada y duerme un poco... Momentos después, Nati entraba en la agonía. Con las primeras luces del alba de aquel radiante domingo de mayo infraoctava de la Ascensión, silenciosamente, suavemente, con su dulce sonrisa en los labios, que ni la muerte pudo borrar, Natividad Mir ofreció santamente su alma al Señor.”


Tú, en cambio en su día me dirás:
-Entra, porque estuve enfermo y me socorriste
Entra, porque tu lámpara siempre ardió.
(Del proyecto de vida de Ana María Janer)

lunes, octubre 02, 2006

Por amor a Dios y a sus hermanos:

NATIVIDAD MIR ROCAFORT
Ex-alumna del Pensionado de las RR de la Sagrada Familia en Lérida

AMOR AL PRÓJIMO

· “Todos cuantos la conocieron podrían hablarnos de la suave caridad de sus palabras, de su dulce sonrisa que no se extinguía nunca, de su tierna solicitud con los enfermos, con los que sufrían. Aquella finura de su caridad que no hería, que no humillaba, que hacía amar la penuria, el sacrificio, el dolor”.
· La falta de unión lastimaba su corazón. Intentaba todo para lograr la paz.
· Realizaba verdaderos actos heroicos de caridad con los enfermos. “Para ella no había acepción de persona”.
· Caridad con la miseria material, haciendo mil combinaciones para dar lo que para ella representaba muchas veces un gran sacrificio.
· “Caridad superlativa en el orden espiritual, caridad paciente para escuchar con clama imperturbable, sin prisa, sonriendo heroicamente; aún cuando agotada físicamente” atendía hasta la noche a quienes esperaban unos consejos de ella.

OBRAS DE CELO

· El “suspenso” del último año de carrera torció en verdad los destinos humanos, pero no los designios de Dios. Destinada a la Delegación de Hacienda de Barcelona, mientras ejercía ya de funcionaria, terminó la carrera de Magisterio.
· Allí se puso en contacto con la Asociación Escolar Femenina, asociación católica que agrupaba las estudiantes de los diversos Centros de enseñanza superior. Nati colaboró en la AEF con su entusiasmo juvenil, siendo nombrada Vocal Delegada de las alumnas de la Escuela Normal.
· Nati amaba todas las Obras; “en nuestro corazón, que ha de ser amplio, ha de caber todo el mundo, decía muchas veces, y ella amaba todo lo bueno, todo lo santo, pero sentía una especial predilección por las obras sociales, por las asociaciones obreras.
· Colaboró varios años como maestra en las clases de cultura general, en el “Sindicato Barcelonés de la Aguja”.
· Tuvo una parte muy activa como propagandista en la formación de los grupos de J. F. de Acción Católica, fundada en 1926.
· Nati recorrió toda la región catalana, tomando parte en diversos actos de propaganda.
· 1928 Nace en Barcelona una Asociación profesional católica: “Orientación Católica de Oficinistas”. Nati aportó “sus grandes dotes de organizadora y desde la hora primera colaboró fielmente al lado de nuestro fundador el Rdo. Dr. D. Joaquín Masdexexart”. Nati formó parte de la primera Junta, pero no aceptó la presidencia. Fue “Vocal encargada de las Dirigentes”.
· 1931 Fue nombrada Presidenta de OCO. Fija siempre su mirada en el alto ideal de llevar a Dios a sus hermanas de profesión.
· 1932-1940 Ocupó también la presidencia del grupo parroquial de J.F. de Acción Católica de los Santos Justo y Pastor.
· 1935 Al formarse la Junta Archidiocesana de Acción Católica, Nati fue nombrada Secretaria.
· Agosto de 1936 Nati fue detenida e interrogada.
· A fines de 1936 Se dirigió a Bélgica. “El período rojo de nuestra patria (España) obligó también a ella como a tantos que se destacaron en el campo católico a salir de la patria. Los dos años allí fueron muy penosos para su corazón. “La persecución religiosa de la zona roja, las Obras en que había trabajado deshechas, sus amigos encarcelados, sin noticias de los suyos, eran espinas muy dolorosas. Sus cartas desde el destierro están impregnadas de profunda tristeza y son un testimonio de su continua oración por la patria lejana, con gran abandono y confianza en Dios”.
· 1938 Nati se dirigió a la España Nacional y se incorporó en Burgos a su cargo de funcionaria de Hacienda.
· Nati regresó de Bélgica con la gran ilusión de fundar en Barcelona una Escuela Social Católica, “que formara en la piedad más sólida y en caridad social a su grupo de jóvenes aptas para ejercer la delicada misión de Asistentas Sociales”.
· Conociendo la existencia de una Escuela Social Femenina y de acuerdo con la Directora de la misma, establecieron la Escuela Social Católica, siguiendo el plan de las escuelas belgas. Organizó varias tandas de Ejercicios Espirituales.
· Al regresar a Barcelona, reorganizó la Asociación de Oficinistas, que como en su fundación, comenzó a actuar en el Colegio de las R.R. de la Sagrada Familia de la calle de Aviñó, 20, donde reanudó su cargo de Presidenta que desempeñó con gran celo hasta su muerte.

CONTINUARÁ...