lunes, enero 29, 2007

Misión de verano: COPIAPÓ

"UN CORAZÓN QUE VE"
Recordemos una vez más que hemos nacido de la caridad, el carisma mayor, vital, el que nos alimenta, nos vivifica, nos inspira, nos alienta, nos configura y nos da identidad, nos ilumina y nos fortalece.
Si verdaderamente hemos partido de la contemplación del rostro de Cristo, tenemos que saberlo descubrir sobre todo en el rostro de aquellos con los que El mismo ha querido identificarse.
Ana María alimentó su consagración mediante la contemplación del rostro de Jesucristo, de quien ella recibe el ser, la vida y el dinamismo de caridad.
“Tener un corazón dispuesto, un corazón que ve las necesidades de amor”.
Nuestro corazón está deseoso de buscar, encontrar y responder a esta llamada, como lo hizo el buen samaritano, quien sale al encuentro del prójimo para donarse a sí mismo (Lc. 10, 25-37).
Siguiendo las huellas de Ana María, quien estuvo atenta a las necesidades de su tiempo, nuestra respuesta ha de ser siempre una respuesta de Amor, viendo en las niñas el rostro de Cristo que hoy nos pide de beber y, de esta manera, dar nuestra respuesta de amor hasta llegar al sacrificio.

miércoles, enero 24, 2007

Benedicto XVI nos dice:

Grandes desafíos para la Iglesia en América Latina:

Benedicto XVI recibió en el Vaticano a 50 participantes en la reunión plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina, que preside el Cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos. La plenaria tuvo como tema "La familia y la educación cristiana en América Latina".

"La Iglesia en América Latina -dijo el Santo Padre- afronta enormes desafíos: el cambio cultural generado por una comunicación social que marca los modos de pensar y las costumbres de millones de personas; los flujos migratorios, con tantas repercusiones en la vida familiar y en la práctica religiosa en los nuevos ambientes; la reaparición de interrogantes sobre cómo los pueblos han de asumir su memoria histórica y su futuro democrático; la globalización, el secularismo, la pobreza creciente y el deterioro ecológico, sobre todo en las grandes ciudades, así como la violencia y el narcotráfico".

Por eso, el continente latinoamericano necesita con urgencia "una nueva Evangelización, que nos impulse a profundizar en los valores de nuestra fe, para que sean savia y configuren la identidad de esos amados pueblos". "Los hombres y mujeres de América Latina tienen una gran sed de Dios", afirmó el Papa, y explicó que "cuando en la vida de las comunidades se produce un sentimiento como de orfandad respecto a Dios Padre, es vital la labor de los Obispos, sacerdotes y demás agentes de pastoral, que den testimonio, como Cristo, de que el Padre es siempre Amor providente que se ha revelado en su Hijo". "Cuando la fe no se alimenta de la oración y meditación de la Palabra divina; cuando la vida sacramental languidece, entonces prosperan las sectas y los nuevos grupos pseudoreligiosos, provocando el alejamiento de la Iglesia por parte de muchos católicos. Al no recibir éstos respuestas a sus aspiraciones más hondas, que podrían encontrarse en la vida de fe compartida, se producen también situaciones de vacío espiritual.
(...) Por eso es importante el sentido de pertenencia eclesial, donde el cristiano crece y madura en la comunión con sus hermanos". Para el futuro de la Iglesia en Latinoamérica y el Caribe "es importante que los cristianos profundicen y asuman el estilo de vida propio de los discípulos de Jesús" y anuncien "la persona de Cristo y su Evangelio en todos los ambientes. (...)
De modo especial, los frecuentes fenómenos de explotación e injusticia, de corrupción y violencia, son una llamada apremiante para que los cristianos vivan con coherencia su fe y se esfuercen por recibir una sólida formación doctrinal y espiritual, contribuyendo así a la construcción de una sociedad más justa, más humana y cristiana". En este sentido, el Papa recordó que la familia cristiana era un "lugar privilegiado para vivir y transmitir la fe y las virtudes" y que "en el hogar se custodia el patrimonio de la fe" y "se aprenden los valores" que ayudarán a sus miembros a vivir como hijos de Dios.

Benedicto XVI concluyó su discurso pidiendo la intercesión de la Virgen María para que las comunidades eclesiales de Latinoamérica y el Caribe encontrasen "los caminos más apropiados a fin de que aquellos pueblos tengan vida en Cristo y construyan, en el llamado "Continente de la esperanza", un futuro digno para todo hombre y mujer".

lunes, enero 15, 2007

Menú de verano...


El MENU DE VERANO no se trata de la “rubia de verano” (gaseosa y vino tinto), ni de la paella playera o el bocata del turista. Llega el tiempo de verano, cuando cambia la actividad, cuando las ciudades se vacían un poco y se llenan las costas. Cuando las vacaciones imponen un ritmo más tranquilo. También este tiempo puede tener sus acentos en la relación con Dios y los otros. Ofrecemos en nuestra “carta” una degustación muy interesante.

1. De primero, DESCANSO
« Venid a mí los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11,18)

Pues sí, parece que uno termina el año un poco acelerado. Por los exámenes, por el desgaste del curso, porque los meses de trabajo han ido siendo intensos… y por eso hace falta descansar un poco. Dormir más, vivir un poco más despacio, mirar el reloj menos a menudo, prescindir de agendas. Cada quién sabemos qué es lo que nos descansa.Pero, sea lo que sea, no descansar “de” Dios, sino con Dios. Dejarle que “venga conmigo”, ser consciente de su presencia en mi vida, también en este tiempo de reposo.
¿Siento que Dios es parte de mi descanso, de mi verano o se queda como presencia sólo en mis rutinas?

2. De segundo, CALIDAD
«María, por su parte, escuchaba todas estas cosas y las guardaba en su corazón» (Lc 2,19)

Es tiempo de hacer muchas cosas que siempre apetecen, pero para las que nunca parezco encontrar el momento adecuado: leer alguna buena novela, ver alguna película pendiente, escribir a gente querida, hablar con los míos un poco más despacio… Si las vacaciones son largas, tal vez asomarme a espacios, realidades, gentes que normalmente no forman parte de mi vida… Es tiempo para recorrer espacios distintos. También es tiempo para un poquito de calidad en la relación con Dios (porque si no, a veces parece que Dios cae en la parte del “trabajo” o la “obligación”, cuando resulta que puede ser fuente de encuentro y plenitud). Por eso este verano puede ser un tiempo para intentar conocerle más (leer sobre él, pensar, rezar algún rato, tratar de releer su presencia en mi vida)

Y de postre, GRATITUD
Y que la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos.» (Col 3,15)

Es un privilegio poder descansar (sí, es un derecho, pero como tantos otros, no siempre al alcance de todos). Y es una suerte tener una vida que, con sus altos y bajos, me va poniendo en contacto con gentes, con mundos, con historias (también la mía propia). Por eso, el verano puede ser tiempo para una mirada agradecida al año que se va. A lo bueno, que en estos meses ha sido fuente de alegría. A lo difícil, que ha podido ser el trabajo, estudio. A las gentes, las palabras, los momentos. Los retos. A Dios, por la oportunidad de vivir, elegir, caer y levantarme, aprender, amar, construir, imaginar, sentir, pensar, creer… Gracias.
Puedo dedicar algún rato a hacerme consciente de este año que se ha ido y del nuevo que comienza. Y darle gracias a Dios por él.

jueves, enero 04, 2007

MUY INTERESANTE!!!


PaRa CoNsULtAr La BiBlIa!!!
pArA La PaStoRaL...
sI sOS AniMaDor, CoOrdiNaDoR, CaTeQuIsTA...

VISITA: www.pastoralsj.org

PaRa EsTaR aL taNtO De Lo qUe ViVe, DicE, EnSeñA El SANTO PADRE BENEDICTO XVI...
pArA eSCUchAr eL AnGelus...
ToDo soBre EL SantO PaDrE y nUesTra AmaDA iGlEsiA!!!

VISITA: www.mexicosiemprefiel.com