domingo, octubre 15, 2006

"LA CARIDAD, ALMA DE LA MISIÓN"

Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI
para la Jornada Mundial de las Misiones

DOMINGO 22 DE OCTUBRE

La misión, si no está orientada por la caridad, es decir, si no brota de un profundo acto de amor divino, corre el riesgo de reducirse a mera actividad filantrópica y social. El amor que Dios tieen por cada persona constituye el centro de la experiencia y del anuncio del Evangelio, y los que lo acogen se convierten a su vez en testigos. El amor de Dios que da vida al mundo es el amor que nos ha sido dado en Jesús, Palabra de Salvación, imagen perfecta de la misericordia del Padre celestial.
"En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene, en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de Él" (1Jn 4,9)
Por consiguiente, toda comunidad cristiana está llamada a dar a conocer a Dios, que es Amor. En la muerte de Cristo en la cruz -como escribí en la encíclica Deus caritas est- "se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical (...) Es allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar".


El aunténtico celo misionero, compromiso primario de la comunidad eclesial, va unido a la fidelidad al amor divino, y esto vale para todo cristiano, para todo el pueblo de Dios.
Como escribía el amado Juan Pablo II en la encíclica Redemptoris missio, "el alma de toda la actividad misionera: el amor, que es y sigue siendo la fuerza de la misión, y es también el único criterio... Es el principio que debe dirigir toda acción y el fin al que debe tender. Actuando con caridad o inspirados por la caridad, nada es disconforme y todo es bueno".

Así, pues, ser misioneros significa amar a Dios con todo nuestro ser, hasta dar, si es necesario, incluso la vida por él. Ser misioneros es atender, como el buen samaritano, las necesidades de todos, especialmente de los más pobre y necesitados, porque quien ama con el corazón de Cristo no busca su propio interés, sino únicamente la gloria del Padre y el bien del prójimo.

Madre Ana María Janer: santa misionera de la caridad, intercede por nosotros y por todo el mundo! Amén

2 comentarios:

Laicos Janerianos dijo...

Las fotos son de la última misión de los janerianos de Viña del Mar!
Gracias por las fotos, Carlita!
Un beso grande, janerianos!
Ceci

Anónimo dijo...

hola janerianos
sii!
que importante es ser Misioneros y poder atender los signos de los tiempo!
si
realmente
nunca nos demos por-vencidos en el camino que nos lleva a Cristo!