viernes, enero 27, 2006

La Madre Janer en Francia

Leamos estos fragmentos, contemplando la relación de la Madre con los laicos, con quienes se relacionaba en lo de cada día:

“Agradecidos aquellos valerosos combatientes, autoridades y
pueblo probaron a las hermanas su admiración y cariño”.
“Dios infundió el sentimiento de gratitud en el corazón de aquellas gentes por las obras de generosa caridad, que, por amor a Cristo a todos procurábamos,…”
“…fue, según os he dicho, una manifestación de
todas las clases de la sociedad…”
“El guerrero… acompañando a las dos Hermanas… camino del destierro, hasta el sitio que indicase la caritativa y bondadosa madre, cuya conducta… había sido objeto de admiración para todos los suyos. Obsequioso el oficial, con suma benevolencia se apeó de su cabalgadura por más que la decorosa Madre lo rehusase, a fin de proporcionar a las dos Hermanas el descanso durante el trayecto. La Madre Janer como muy discreta, aceptó por fin la bondad del conocido militar, entablando conversación con él…”
“(La Madre) entró en Francia, por Andorra,
acompañada de la Hermana Solá
y de otras personas que se interesaron.”

En el destierro. “La Granja” Francia

La Madre con algunas hermanas debieron abandonar su país, y vivió en esta época en el Hospital de La Grave, La Granja, en Francia, en una comunidad de Hermanas...

martes, enero 10, 2006

...Se murió de amor...


1885 - 11 de enero - 2006

"...Y una mañanita fría de invierno Ana María murió.
Se murió de amor..."
"...Tú, en cambio, en su día me dirás: -Entra, porque estuve enfermo y me socorriste. Entra porque tu lámpara siempre ardió..." (Ana María Janer)
Hagamos oración las palabras de la Madre con la confianza de que su muerte fue una Pascua: murió para dar vida, señalándonos un camino de santidad en la Iglesia.
Pidámosle al Señor que mantengamos encendida siempre esa lámpara para ser luz en nuestro mundo a través de la caridad hecha servicio.