lunes, enero 11, 2010

11 de enero: una mañanita fría de invierno...

...Ana María murió, se murió de Amor!

"Padre, mi deseo es morir como penitente por amor a Cristo Jesús que por mi expiró clavado en cruz...". Fueron éstas, parece ser, las últimas palabras que pronunció la Madre Janer antes de su muerte y su fuerte deseo. En ellas expresaba su deseo final de parecerse un poco más a Jesucristo al que con su caridad y abnegación había saciado, vestido y consolado durante toda su vida en la persona de los probres y afligidos...

Cuando las hermanas rezaban la décima estación del vía crucis, que propone la contemplación de ese Jesús al que le arrancan las vestiduras, la Madre Janer expiró...

El mismo 11 de enero (1885) la superiora general del Instituto comunicaba a todas las casas el fallecimiento de la Madre Janer, ocurrido a las 11 de la mañana...

(Ana María Janer Anglarill. Una mujer sin fronteras. Pág.418-420)