viernes, febrero 22, 2008

Para siempre... madre!!!

El pasado 15 de febrero en la parroquia de Cosquín (Córdoba) hicieron los votos perpetuos las madres Sabrina Martin y Constanza Mattera.

DARÉ A DIOS
MI LIBERTAD
TODO MI SER...

El próximo 2 de marzo también hará sus votos perpetuos la madre María Rosa Carachuela en Las Piedras (Uruguay).

TÚ, SEÑOR, ME DARÁS GRACIA PARA SERTE ESPOSA FIEL, QUE TE AME MUCHO Y TE SIRVA...

Pidamos al Señor las bendiga y conceda el don de la fidelidad y la entrega generosa!!!

Gracias, madres, por su testimonio de cada día!!!

lunes, febrero 04, 2008

Comienza la CUARESMA...!!!

El próximo 6 de febrero es Miércoles de Ceniza y empieza el tiempo litúrgico de la Cuaresma:
“Nuestro Señor Jesucristo, siendo rico,
por vosotros se hizo pobre” (2Cor 8,9)
¡Queridos hermanos y hermanas!

Cada año, la Cuaresma nos ofrece una ocasión providencial para profundizar en el sentido y el valor de ser cristianos, y nos estimula a descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros hermanos.
En el tiempo cuaresmal la Iglesia se preocupa de proponer algunos compromisos específicos que acompañen concretamente a los fieles en este proceso de renovación interior: son la oración, el ayuno y la limosna.
Este año, en mi acostumbrado Mensaje cuaresmal, deseo detenerme a reflexionar sobre la práctica de la limosna, que representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales. Cuán fuerte es la seducción de las riquezas materiales y cuán tajante tiene que ser nuestra decisión de no idolatrarlas, lo afirma Jesús de manera perentoria: “No podéis servir a Dios y al dinero” (Lc 16,13).
La limosna nos ayuda a vencer esta constante tentación, educándonos a socorrer al prójimo en sus necesidades y a compartir con los demás lo que poseemos por bondad divina. Las colectas especiales en favor de los pobres, que en Cuaresma se realizan en muchas partes del mundo, tienen esta finalidad. De este modo, a la purificación interior se añade un gesto de comunión eclesial, al igual que sucedía en la Iglesia primitiva. San Pablo habla de ello en sus cartas acerca de la colecta en favor de la comunidad de Jerusalén (cf. 2Cor 8,9; Rm 15,25-27 ).

Benedicto XVI
(Del Mensaje para la cuaresma 2008)

Mensaje completo: