viernes, enero 30, 2009

Mensaje de Benedicto XVI: para la Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales

Mensaje de Su Santidad Benedicto XVI para la 43º Jornada mundial de las comunicaciones sociales:
"Nuevas tecnologías, nuevas relaciones.
Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad."
24 de mayo de 2009

Las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los modelos de comunicación y en las relaciones humanas En el mensaje de este año, pienso particularmente en quienes forman parte de la llamada generación digital. Las nuevas tecnologías… son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables.

Los jóvenes especialmente se han dado cuenta del enorme potencial de los nuevos medios para facilitar la conexión, la comunicación y la comprensión entre las personas y las comunidades, y los utilizan para estar en contacto con sus amigos, para encontrar nuevas amistades, para crear comunidades y redes, para buscar información y noticias, para compartir sus ideas y opiniones…

Nos asombra la…popularidad entre los usuarios, pues ésta responde al deseo fundamental de las personas de entrar en relación unas con otras. Este anhelo de comunicación y amistad tiene su raíz en nuestra propia naturaleza humana… A la luz del mensaje bíblico, ha de entenderse como reflejo de nuestra participación en el amor comunicativo y unificador de Dios, que quiere hacer de toda la humanidad una sola familia. Cuando sentimos la necesidad de acercarnos a otras personas, cuando deseamos conocerlas mejor y darnos a conocer, estamos respondiendo a la llamada divina, una llamada que está grabada en nuestra naturaleza de seres creados a imagen y semejanza de Dios, el Dios de la comunicación y de la comunión.

Deseo animar a todas las personas de buena voluntad, y que trabajan en el mundo emergente de la comunicación digital, para que se comprometan a promover una cultura de respeto, diálogo y amistad

Quisiera concluir este mensaje dirigiéndome de manera especial a los jóvenes católicos, para exhortarlos a llevar al mundo digital el testimonio de su fe. Amigos, sentíos comprometidos a sembrar en la cultura de este nuevo ambiente comunicativo e informativo los valores sobre los que se apoya vuestra vida

A vosotros, jóvenes, que casi espontáneamente os sentís en sintonía con estos nuevos medios de comunicación, os corresponde de manera particular la tarea de evangelizar este "continente digital". Haceos cargo con entusiasmo del anuncio del Evangelio a vuestros coetáneos. Vosotros conocéis sus temores y sus esperanzas, sus entusiasmos y sus desilusiones.
El don más valioso que les podéis ofrecer es compartir con ellos la "buena noticia" de un Dios que se hizo hombre, padeció, murió y resucitó para salvar a la humanidad.

El corazón humano anhela un mundo en el que reine el amor, donde los bienes sean compartidos, donde se edifique la unidad, donde la libertad encuentre su propio sentido en la verdad y donde la identidad de cada uno se logre en una comunión respetuosa.

La fe puede dar respuesta a estas aspiraciones: ¡sed sus mensajeros! El Papa está junto a vosotros con su oración y con su bendición.

Vaticano, 24 de enero 2009, Fiesta de San Francisco de Sales.

BENEDICTUS PP. XVI

sábado, enero 17, 2009

MEXICO 2009: Encuentro mundial de las familias


ORACIÓN POR LAS FAMILIAS

Dios nuestro, Trinidad indivisible,
tú creaste al ser humano “a tu imagen y semejanza”
y lo formaste admirablemente como varón y mujer
para que, unidos y en colaboración recíproca en el amor,
cumplieran tu proyecto de “ser fecundos y dominar la tierra";

Te pedimos por todas nuestras familias
para que, encontrando en ti su modelo e inspiración inicial,
que se manifiesta plenamente en la Sagrada Familia de Nazaret,
puedan vivir los valores humanos y cristianos
que son necesarios para consolidar y sostener la vivencia del amor
y sean fundamento para una construcción más humana
y cristiana de nuestra sociedad.

Te lo pedimos por intercesión de María, Nuestra Madre y de San José.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

AMÉN.

Participá aunque no puedas ir del encuentro de las familias:


domingo, enero 11, 2009

Talarn, 11 de enero de 1885

"Y una mañanita fría de invierno, Ana María murió, se murió de amor..."
Hacia el encuentro definitivo
Hasta ocho días antes de su muerte, la Madre Janer seguía participando de los momentos de oración comunitaria de la casa noviciado de Talarn, pero la enfermedad que padecía y por entonces llamaron "reumático-nerviosa", se iba agudizando... La Madre Janer había recibido el viático el 7 de enero y la unción de los enfermos el día 8..., a causa de las ampollas que le había salido y la hinchazón del cuerpo, la Madre no podía estar en cama, "cosa que le hace sufrir de un modo extraordinario"...

"Padre, mi deseo es morir como penitente por amor a Cristo Jesús
que por mi expiró clavado en cruz..."

Fueron éstas, parece ser, las últimas palabras que pronunció la Madre Janer antes de su muerte y su fuerte deseo. En ellas expresaba su deseo final de parecerse un poco más a Jesucristo al que con su caridad y abnegación había saciado, vestido y consolado durante toda us vida en la persona de lso probres y afligidos. La petición se la hizo al capellán de la casa de Talarn, mosén Francisco Roca Llinás, que se apresuró a comunicaárselo a la Madre Montserrat Massanés. La superiora general accedió a dicha demanda y de madrugada entraron en la celda el capellán y las hermanas veladoras, replegaron la cama y despejaron la habitación de todo objeto, quedando sólo la Madre Janer "muriendo como pecadora en estrecho colchón sobre el frío pavimento siendo así que toda su vida fue un portento de caridad y admirable esposa de Jesús crucificado".

Así recoge este episodio final de la vida de la Madre su primera biógrafa, que fue testimonio de lo ocurrido. La Madre Oriol Isern era una de esas veladoras que acompañaron a la "anciana Madre" en su tránsito a la casa del Padre con sus plegarias y su cercanía filial, pero ese acompañamiento fue recíproco puesto que quedándose un momento a solas con la enferma, sabiendo la Madre Janer que hacía pocos días que esa hermana había perdido a su Madre le cogió la mano y por tres veces exclamó en su lengua materna: "Fill meu". Después, la voz de la Madre Janer ya no se oyó más.
A petición de alguna religiosa, la Madre Massanés dispuso que todo el personal de la casa pasara por delante de la Madre Janer "a fin de que guardase memoria de aquella muerte tan edificante". Las hermanas entraban en la celda, contemplaban a la moribunda y desde su habitación se dirigían al coro para el rezo del vía crucis...

Cuando las hermanas rezaban la décima estación del vía crucis, que propone la contemplación de ese Jesús al que le arrancan las vestiduras, la Madre Janer expiró.
...El mismo 11 de enero la superiora general del Instituto comunicaba a todas las casas el fallecimiento de la Madre Janer, ocurrido a las once de la mañana...
El 12 de enero se dio sepultura a la Madre Ana María Janer Anglarill, fallecida de muerte natural el día 11 del mismo mes, habiendo recibido del cura párroco de la población, mosén Francisco Junoy, los sacramentos de penitencia, eucaristía y extremaunción. Sus exequias fueron muy concurridas y consistieron en una solemne misa de réquiem, de cuerpo presente.
Tomado de "ANA MARIA JANER ANGLARILL, una mujer sin fronteras", escrito por Fidel González Fernández y María Pilar Adín Carreras.

miércoles, enero 07, 2009

De fiesta!!! Epifanía del Señor:

Con los pastores pasó hace unos días un acontecimiento extraño que resultó bien. Cuidaban sus rebaños cumpliendo su rudo oficio cuando vieron una tan extraña como clara visión de ángeles que les decían cosas al principio incomprensibles y al poco rato comprobadas.
Sí, allí, en un casuco, estaba el Niño del que se les habló, con su madre y un varón. Hicieron lo que pudieron en su tosquedad y carencia según mandaban las circunstancias.
Como les habían asegurado que era la "Luz que iluminaba al pueblo que habitaba en sombras de muerte", de lo que tenían dieron para ayudar y para quedar bien con aquella familia que al parecer era más pobre que ellos. No les costó trabajo aceptar el milagro que era tan claro. Lo dijeron los ángeles, pues... tenían razón.

Vinieron unos Reyes. Fueron los últimos en llegar a ver a aquel Niño y si se entretienen un poco más..., pues ¡que no lo encuentran! Viajaron mucho por los caminos del mundo. Venían desde muy lejos. Pasaron miedo, frío y calor. Hasta estuvieron perdidos pero, preguntando e inquiriendo, sacaron fruto de su investigación.
Aquello fue un consuelo porque tuvieron susto de haber perdido el tiempo y tener que regresar a los comienzos con el fracaso en sus reales frentes. Pero no, sabían que aquella estrella era capaz de llevarles adonde estaba Dios.
También las circunstancias mandaban y adoraron y ¡cómo no! ofrecieron dones al Niño-Creador.

Los dos son caminos, la fe y la razón. Uno es sencillo, basta con que hable Dios. El otro es costoso, búsqueda constante y sincera con peligros de equivocación. La Verdad está en su sitio. Sencillez es condición. Los pastores la aprehenden y los sabios la descubren.
Entre ambos la sirven y entre ambos son de Dios.

Para saber algo más:
La historia de los Reyes Magos podés volver a leerla en San Mateo 2, 1-11.

jueves, enero 01, 2009

Año nuevo: mensaje de PAZ!!!

Hoy 1º de enero es la Jornada Mundial de la Paz:
"COMBATIR LA POBREZA,
CONSTRUIR LA PAZ"
«Se constata y se hace cada vez más grave en el mundo –escribió Juan Pablo II– otra seria amenaza para la paz: muchas personas, es más, poblaciones enteras viven hoy en condiciones de extrema pobreza... Se trata de un problema que se plantea a la conciencia de la humanidad, puesto que las condiciones en que se encuentra un gran número de personas son tales que ofenden su dignidad innata y comprometen, por consiguiente, el auténtico y armónico progreso de la comunidad mundial»

Una de las vías maestras para construir la paz es una globalización que tienda a los intereses de la gran familia humana. Sin embargo, para guiar la globalización se necesita una fuerte solidaridad global, tanto entre países ricos y países pobres, como dentro de cada país, aunque sea rico. Es preciso un «código ético común», cuyas normas no sean sólo fruto de acuerdos, sino que estén arraigadas en la ley natural inscrita por el Creador en la conciencia de todo ser humano (cf. Rm 2,14-15). Cada uno de nosotros ¿no siente acaso en lo recóndito de su conciencia la llamada a dar su propia contribución al bien común y a la paz social?

La globalización abate ciertas barreras, pero esto no significa que no se puedan construir otras nuevas; acerca los pueblos, pero la proximidad en el espacio y en el tiempo no crea de suyo las condiciones para una comunión verdadera y una auténtica paz. La marginación de los pobres del planeta sólo puede encontrar instrumentos válidos de emancipación en la globalización si todo hombre se siente personalmente herido por las injusticias que hay en el mundo y por las violaciones de los derechos humanos vinculadas a ellas. La Iglesia, que es «signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano», continuará ofreciendo su aportación para que se superen las injusticias e incomprensiones, y se llegue a construir un mundo más pacífico y solidario...

Por consiguiente, dirijo al comienzo de un año nuevo una calurosa invitación a cada discípulo de Cristo, así como a toda persona de buena voluntad, para que ensanche su corazón hacia las necesidades de los pobres, haciendo cuanto le sea concretamente posible para salir a su encuentro. En efecto, sigue siendo incontestablemente verdadero el axioma según el cual «combatir la pobreza es construir la paz».
Vaticano, 8 de diciembre de 2008
BENEDICTUS PP. XVI

Para leer el mensaje completo: