lunes, enero 15, 2007

Menú de verano...


El MENU DE VERANO no se trata de la “rubia de verano” (gaseosa y vino tinto), ni de la paella playera o el bocata del turista. Llega el tiempo de verano, cuando cambia la actividad, cuando las ciudades se vacían un poco y se llenan las costas. Cuando las vacaciones imponen un ritmo más tranquilo. También este tiempo puede tener sus acentos en la relación con Dios y los otros. Ofrecemos en nuestra “carta” una degustación muy interesante.

1. De primero, DESCANSO
« Venid a mí los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11,18)

Pues sí, parece que uno termina el año un poco acelerado. Por los exámenes, por el desgaste del curso, porque los meses de trabajo han ido siendo intensos… y por eso hace falta descansar un poco. Dormir más, vivir un poco más despacio, mirar el reloj menos a menudo, prescindir de agendas. Cada quién sabemos qué es lo que nos descansa.Pero, sea lo que sea, no descansar “de” Dios, sino con Dios. Dejarle que “venga conmigo”, ser consciente de su presencia en mi vida, también en este tiempo de reposo.
¿Siento que Dios es parte de mi descanso, de mi verano o se queda como presencia sólo en mis rutinas?

2. De segundo, CALIDAD
«María, por su parte, escuchaba todas estas cosas y las guardaba en su corazón» (Lc 2,19)

Es tiempo de hacer muchas cosas que siempre apetecen, pero para las que nunca parezco encontrar el momento adecuado: leer alguna buena novela, ver alguna película pendiente, escribir a gente querida, hablar con los míos un poco más despacio… Si las vacaciones son largas, tal vez asomarme a espacios, realidades, gentes que normalmente no forman parte de mi vida… Es tiempo para recorrer espacios distintos. También es tiempo para un poquito de calidad en la relación con Dios (porque si no, a veces parece que Dios cae en la parte del “trabajo” o la “obligación”, cuando resulta que puede ser fuente de encuentro y plenitud). Por eso este verano puede ser un tiempo para intentar conocerle más (leer sobre él, pensar, rezar algún rato, tratar de releer su presencia en mi vida)

Y de postre, GRATITUD
Y que la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos.» (Col 3,15)

Es un privilegio poder descansar (sí, es un derecho, pero como tantos otros, no siempre al alcance de todos). Y es una suerte tener una vida que, con sus altos y bajos, me va poniendo en contacto con gentes, con mundos, con historias (también la mía propia). Por eso, el verano puede ser tiempo para una mirada agradecida al año que se va. A lo bueno, que en estos meses ha sido fuente de alegría. A lo difícil, que ha podido ser el trabajo, estudio. A las gentes, las palabras, los momentos. Los retos. A Dios, por la oportunidad de vivir, elegir, caer y levantarme, aprender, amar, construir, imaginar, sentir, pensar, creer… Gracias.
Puedo dedicar algún rato a hacerme consciente de este año que se ha ido y del nuevo que comienza. Y darle gracias a Dios por él.

3 comentarios:

Laicos Janerianos dijo...

Gracias María Paz por lo que enviaste!! Nos pareció lindo publicarlo en el blog!!!

Janerianos: tiempo de vacaciones para nosotros es tiempo de descanso en el Señor, con el Señor!!! Tiempo de dar GRACIAS y de volver a descubrir la Belleza de lo cotidiano,lo de cada día donde el SEÑOR se manifiesta.
Como en Nazaret!!!

DIOS LOS BENDIGA EN SUS VACACIONES, RETIROS, ENCUENTROS O MISIONES DE VERANO!!!

Anónimo dijo...

siii esperemos que nos vaya regio en la mision de verano, porque ademas sabemos que es algo de Dios plenamente, bueno ceci hice el aporte solo gracias a la informacion de las paginas que publicaron en el blog! estamos TOdos unidos,
un beso y abrazo regrande!!!
Janerianos de Vacaciones!!

Anónimo dijo...

http://www.fotolog.com/janerianos/