viernes, marzo 03, 2006

Mensaje del Santo Padre BENEDICTO XVI para la Cuaresma

En Cuaresma...
tener la mirada de Cristo

La Cuaresma es el tiempo privilegiado de la peregrinación interior hacia Aquél que es la fuente de la misericordia. Es una peregrinación en la que Él mismo nos acompaña a través del desierto de nuestra pobreza, sosteniéndonos en el camino hacia la alegría intensa de la Pascua.

“Al ver Jesús a las gentes se compadecía de ellas” (Mt 9,36)
Hoy el Señor escucha también el grito de las multitudes hambrientas de alegría, de paz y de amor. La “mirada” conmovida de Cristo abraza a las multitudes y a cada uno, y los entrega al Padre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio de expiación.
Es necesario que nuestra “mirada” sobre el hombre se asemeje a la de Cristo. Ante los terribles desafíos de la pobreza de gran parte de la humanidad, la indiferencia y el encerrarse en el propio egoísmo aparecen como un contraste intolerable frente a la “mirada” de Cristo. El ayuno y la limosna, que, junto con la oración, la Iglesia propone de modo especial en el período de Cuaresma, son una ocasión propicia para conformarnos con esa “mirada”.
Teniendo en cuenta la victoria de Cristo sobre todo mal que oprime al hombre, la Cuaresma nos quiere guiar precisamente a esta salvación integral. Al convertirnos al Divino Maestro, al experimentar su misericordia gracias al sacramento de la Reconciliación descubriremos una “mirada” que nos escruta en lo más hondo y puede reanimar a las multitudes y a cada uno de nosotros.

“Sí, me levantaré. Volveré junto a mi Padre”
Ver Mensaje completo en:

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, la cuaresma hay que vivirla con todo el corazon y la entrega!
como el lema que tenemos aqui en Chile "no nos dijen afuera", que va destinado a los niños que tienes reisgo social...
unidos en la Oracion como siempre!
Maria Paz
Janerianos de Viña

Anónimo dijo...

“De ningún modo es posible dar respuesta a las necesidades materiales y sociales de los hombres sin colmar, sobre todo, las profundas necesidades de su corazón”... Rescato esta frase que nuestro Papa Benedicto XVI nos ha dejado en su mensaje para la cuaresma y creo que es algo importante, ya que es necesario que nosotros como laicos janerianos sintamos que es necesario para esta cuaresma que nuestra mirada hacia el que necesite se asemeje a la de Cristo. Cristo no solo miró la necesidad física del que lo buscó, sino que también descubrió y se encargó de la necesidad y carencia que había en su corazón. Esta también fue la mirada de nuestra Madre Ana María, y así, supo dar respuesta a la necesidades materiales, sociales y del corazón de cada hermano que a ella se acercó.

Pidámosle a nuestra Madre Janer que junto a Cristo nos acompañen en esta cuaresma, y encomendémosle a ambos nuestras debilidades. Que nos hagan fuertes y nos enseñen a mirar como ellos supieron mirar a nuestros hermanos más necesitados.

Anónimo dijo...

Cecilia
Janerianos de Cosquín

Anónimo dijo...

Queremos tener la mirada de Cristo... pero para esto es necesario CENTRAR LA MIRADA EN EL. Que a imitación de nuestra Madre Janer nuestro corazón esté centrado en Jesucristo, y El sea la razón de nuestra entrega, el sentido de nuestra vida.
Siempre tengamos a Dios presente!!
Muchos saludos janerianos!!