martes, marzo 21, 2006

En la Casa de Misericordia... vivían la caridad

En cuaresma...
¡Janerianos: seamos misericordiosos!

En este tiempo de Cuaresma el Señor nos llama especialmente a la reconciliación, a convertirnos de corazón... ¿Qué camino seguir? ¿Qué medios poner? La Iglesia nos lo enseña: la oración, el sacrificio, la misericordia... ¿Recuerdan, janerianos, cuando la Madre volvió del exilio en Francia?

Fue la Madre Ana María acompañada de señores... (acompañada de laicos!), de la Madre Solá y dos postulantes a la Casa de Misericordia de Cervera.

¿Cuál era el fin primordial? Lo dicen los libros: acompañar la humanidad doliente, aliviándola y sirviéndola hasta tanto que recobrase su bienestar. Debía formar al hombre según las enseñanzas de la religión, a fin de que la juventud fuera apta para desempeñar, en la sociedad, los destinos que el dedo de Dios le trazara.

La previsora Madre procuró un Reglamento adecuado al fin a que debía ordenarse aquella novel comunidad, asilados y ayudantes en la obra de la educación y cuidados maternales, a fin de aprovechar el tiempo en la presencia Divina.

Janerianos: aprendamos del "Reglamento" que nos dejó nuestra Madre, para ordenarnos y "a fin de aprovechar el tiempo en la presencia divina"... El Reglamento de practicar la misericordia, de amar a Dios y a nuestros hermanos...


¡¡¡SEAMOS FIELES AL CARISMA JANERIANO!!!
Siempre con la humildad de saber que

¡ESTAMOS EN CAMINO!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer a la mañana estuve pensando mucho en el carisma de nuestra Madre, al intentar dar respuesta a las necesidades que hay en la realidad donde vivimos. Mientras caminaba por la calle, veía tantas situaciones.
Qué hacer? ...encontré varias respuestas leyendo el librito de "Carisma, Espiritualidad, misión", especialmente me llegó mucho el último capítulo: los puntos 4.2, 4.3 y 4.4
Los recomiendo!!
Que Dios nos de la gracia de vivir el carisma janeriano, viendo en el hermano necesitado al mismo Señor!!!

Anónimo dijo...

Si bien esta página es de los laicos janerianos, quiero decirles que me da mucho gozo encontrar vida en ella, cada vez que entro. Que este tiempo de Cuaresma sea de peregrinación -como tantas veces lo hizo la Madre- hacia Cristo, fuente de la Misericordia y que hagamos visible en el mundo, la Misericordia que recibimos como don! (una hermanita de Córdoba, en este momento)