martes, noviembre 15, 2005

La Madre Ana María Janer y los laicos: su juventud

Su juventud:

El 25 de enero de 1819 Ana María Janer llegó al Hospital de Castelltort en Cervera, para ingresar como Hija de la Caridad de San Vicente de Paul.
Dios la enriquecía interior y exteriormente. La describen así: tenía elevadísimo espíritu, genio mesurado, era afable y amante de inmolarse por la caridad. Gran acrecentamiento de sus gracias naturales. Porte majestuoso. Delicada y amable. Nobleza de sentimientos atesoraba en su generosa alma. Su despejada mente y abnegado corazón eran sentimientos de una caridad inagotable.

En este tiempo se preparó para consagrar su vida a la hermosa obra de la caridad. La razón de su entrega y servicio era “por amor a Cristo”, a quien veía, servía y amaba en “los pobrecitos enfermos” del hospital. Eran ellos y las hermanas su nueva familia.
Eran vivísimos sus deseos de la más íntima unión con el Dios que la había escogido.

Profesión religiosa: Modelo de consagrada religiosa
Madre Ana María: te pedimos por todas las religiosas "madres" y "hermanas" de nuestro carisma janeriano, que nos mostraron con sus vidas su carisma y nos guiaron por este camino de santidad.

martes, noviembre 01, 2005

1º de noviembre: Fiesta de todos los Santos

Un camino de SANTIDAD:
Ser laico janeriano
Ana María Janer, a los 16 años...
-Oh, sí, decía ella en sus adentros:
No seré del mundo; mis fuerzas, mi bienestar, mi vida toda, sacrificaré al servicio de mi Dios en la persona de los pobrecitos enfermos, de los desvalidos, de la niñez, y si conviene procurarles los alivios corporales, cuidaré de ellos como una madre cariñosa; darles vida santa y moralidad, desarrollando sus facultades morales; enseñarles nuestra religión sacrosanta, instruirlos, hacerlos buenos cristianos y darle a Dios muchas almas, esto haré yo hasta llegar al sacrificio.
Procuraré y practicaré, Dios mío, las virtudes religiosas; el silencio, la caridad para con mis hermanas, el sacrificio, la puntualidad,k la santa pobreza; seré casta como un ángel, daré a Dios mi libertad, todo mi ser.
Tú, Señor, me darás gracia para serte esposa fiel, que te ame mucho y te sirva en la persona de los enfermos, desvalidos.
Tú en cambio, en su día me dirás: "Entra, porque estuve enfermo y me socorriste; entra porque tu lámpara siempre ardió".
(Libro J. Oriol Isern págs. 10 y 11)
SI, también puede ser nuestro el proyecto de la Madre Janer…
También nosotros, laicos janerianos, queremos decirle SI al Señor, haciendo "vivas" en nuestras vidas los deseos de la Madre. Tengamos nuestro proyecto de vida, como respuesta a lo que Dios nos pide que vivamos, a imitación de nuestra Madre Ana María, según el estilo de vida propio del laico:

Teniendo como centro a Jesucristo
A imitación de la Madre Ana María Janer
Y siendo su modelo la Sagrada Familia,

El laico janeriano muestra su amor a Dios
Por medio de la caridad hecha servicio,
En lo cotidiano de la vida
Encarnándose en la realidad en que vive
Para ordenarla según Dios.

Amigo janeriano: Te animás a seguir el camino de la caridad hecha servicio? Deseás decirle SI a Dios intentando vivir el proyecto de nuestra Madre Janer? Deseás ser santo? Te sentís llamado por Dios para ser laico janeriano?

Ayudémonos unos a otros, dejemos comentarios, compartamos nuestros deseos más profundos, acompañémonos con la oración de unos por otros y AMEMOS A JESUS PRESENTE EN NUESTROS HERMANOS!!!

La Madre Ana María Janer y los laicos: su adolescencia


Su adolescencia:

Ana María Janer también fue adolescente y es un ejemplo para nuestros adolescentes. El observar sus actitudes, y mirar su persona nos ayuda a descubrir qué grandeza de corazón había puesto Dios en su alma, y cómo el Señor seguirá obrando en el corazón de nuestros adolescentes. Que ellos puedan descubrir la obra de Dios en sus vidas, en los acontecimientos que les toca vivir, por más duros que sean… y Su gracia que siempre acompaña y guía.

Ana María era obediente y sumamente dócil a sus padres. En esta etapa en que se busca ya la “independencia”, el hacer lo que se quiere… Ana María nos enseña que el verdaderamente libre es aquel que opta por la voluntad de Dios.
Dicen los libros que vivía honestamente, era afecta al trabajo y buena cristiana:
“…lista y por naturaleza caritativa
y servicial para con todos…”
En cuanto a su vida cristiana, frecuentaba los sacramentos
y entró congregante de los Dolores de la Santísima Virgen.

A los 16 años, tenía su proyecto de vida, que no era más que
decirle SI al llamado del Señor:
“No pensó en otro estado que en el de
consagrarse a Dios en el Hospital de Cervera”
“Prestar a los pobres enfermos, a la vejez desvalida, a la niñez
sus cuidados maternales, era esto lo que atraía su corazón:
consagrarse a esta vida de sacrificio por amor de Dios,
para el cual guardaba su corazón y todo su ser…”

(Cfr: libro JOI; Mt.25, Jn. 17,16, Gál. 5,14, 1Cor. 9,19, Mt. 19,28-30)

Un proyecto de vida:
SI, también puede ser tuyo el proyecto de la madre Janer…
Te invito a “rumiarlo”, a rezarlo, a releer… y a pedirle al Señor la libertad de corazón que la madre tuvo al rezarlo. Que Dios nos muestre su voluntad.
Y seamos generosos al responder!!!
Continuará...