
El 25 de enero de 1819 Ana María Janer llegó al Hospital de Castelltort en Cervera, para ingresar como Hija de la Caridad de San Vicente de Paul.
Dios la enriquecía interior y exteriormente. La describen así: tenía elevadísimo espíritu, genio mesurado, era afable y amante de inmolarse por la caridad. Gran acrecentamiento de sus gracias naturales. Porte majestuoso. Delicada y amable. Nobleza de sentimientos atesoraba en su generosa alma. Su despejada mente y abnegado corazón eran sentimientos de una caridad inagotable.
En este tiempo se preparó para consagrar su vida a la hermosa obra de la caridad. La razón de su entrega y servicio era “por amor a Cristo”, a quien veía, servía y amaba en “los pobrecitos enfermos” del hospital. Eran ellos y las hermanas su nueva familia.
Eran vivísimos sus deseos de la más íntima unión con el Dios que la había escogido.
Dios la enriquecía interior y exteriormente. La describen así: tenía elevadísimo espíritu, genio mesurado, era afable y amante de inmolarse por la caridad. Gran acrecentamiento de sus gracias naturales. Porte majestuoso. Delicada y amable. Nobleza de sentimientos atesoraba en su generosa alma. Su despejada mente y abnegado corazón eran sentimientos de una caridad inagotable.
En este tiempo se preparó para consagrar su vida a la hermosa obra de la caridad. La razón de su entrega y servicio era “por amor a Cristo”, a quien veía, servía y amaba en “los pobrecitos enfermos” del hospital. Eran ellos y las hermanas su nueva familia.
Eran vivísimos sus deseos de la más íntima unión con el Dios que la había escogido.
Profesión religiosa: Modelo de consagrada religiosa
Madre Ana María: te pedimos por todas las religiosas "madres" y "hermanas" de nuestro carisma janeriano, que nos mostraron con sus vidas su carisma y nos guiaron por este camino de santidad.